Chiaki
es distante, directo, ofensivo y agresivo, pero no puede recordar ninguna de
aquellas barreras mientras Sora rasca su barbilla antes de dar un suave beso en
su mejilla. Chiaki insulta, ofende y escupe maldiciones todo el tiempo, pero no
tiene más que ronroneos para Sora cuando este lo toca por debajo la ropa. Si
hay algo que ha aprendido Chiaki en este tiempo, es que no se conoce así mismo
mientras esta cerca del batero, y que no importa lo mucho que se cubra e
intente interponer sus barreras, frente a él, simplemente está desnudo.
La
situación se le había escapado de las manos, comenzó como un juego, como un
desafío sobre quien cedería primero, quién dejaría de gruñir para comenzar a
susurrar.
No
hubo ganadores, ambos perdieron casi al mismo tiempo.
Sora
fue el primero en perder el juego. Una tarde de otoño simplemente lo abrazó por
su espalda y le dijo al oído: “me gustas cuando te ríes”, y Chiaki no recuerda
quién fue el primero que comenzó a empujar hasta la cama.
Ahora
ignorarse en el estudio frente a sus compañeros de banda o el staff se les
hacía una situación casi insoportable. Si se sentaban cerca no podían evitar
tocarse, si los toques eran restringidos siempre querían más, si no se podían
contener se rozaban a escondidas. Una caricia bajo la mesa en el muslo del
otro, una mano que busca un bulto entre los pantalones cuando nadie ve, una
boca que susurra y suplica por tener algo entre los dientes… no sabían
detenerse. A veces, Chiaki debía escapar de la sala porque sus mejillas lo
delataban. Sora se sofocaba y en un par de ocasiones ambos tuvieron que besarse
en el baño mientras sus manos buscaban liberar un poco del calor del otro. Por
lo demás, nadie notaba nada diferente entre ellos, siempre jugaban, siempre se
decían insultos asquerosos, nadie sabía que las miradas ofendidas habían
perdido su molestar y éste era remplazado por un suave brillo que prometía
mimos nocturnos. Como ninguno podía decir que algo ocurría entre ellos más que
la obvia disminución de silencios post pleitos, fue una sorpresa para todos
cuando un día luego de un festival cualquiera, una fan demasiado efusiva besó a
Sora en sus labios y Chiaki explotó. Se podría decir que perdió los estribos,
porque soltó cuanta palabra apareció en su mente a modo de gritos, un insulto
tras otro para la chica, que entre empujones por parte del staff se retiró
congelada sintiéndose profanada por una boca demasiado violenta al hablar. La
banda estaba horrorizada, el staff no era capaz de entender lo sucedido
mientras el guitarrista y el bajista no podían asumir que luego de tantos años
de amistad, aquellos dos se hubieran enredado de aquella manera.
Saz
y Miyako estaban molestos con la pareja por habérselos ocultado. Chiaki estaba
molesto con Sora por no evitar aquel beso. El staff estaba confundido y
mientras el manager no se enterara el terremoto que causó el caos no terminaría
por derrocar el muro que había protegido su relación desde que había comenzado.
Aquella
noche Sora se quedó solo por un largo rato en el camarín. Todos se fueron sin
él, o eso pensó cuando un hombre alto con el cabello teñido rojizo y una
capucha cubriéndolo entró en el lugar solo para mostrar sus ojos arrepentidos
cuando levantó el rostro.
-
Te
excediste – le dijo Sora, su tono sonaba a regaño. Chiaki estaba arrepentido
pero no menos molesto.
-
Si
vuelve a pasar, será a ti a quien le grite. Te lo merecías más que ella- su
tono era serio pero sus ojos no, cualquiera podía temer de Chiaki pero para
Sora ya era fácil de leer.
-
Pensé
que venías a eso. Dime, ¿ahora como lo explicarás?
-
¿Explicar
qué? Esto nunca pasó, ya no lo recuerdo, pueden decir que estaba drogado, qué
más da. No es como si aparentara ser una persona de apariencia confiable de
todos modos– el batero suspiró.
-
No
debiste hacerlo, Chi.
-
¿Y
qué esperabas? ¿Qué le aplaudiera? ¿Qué le dijera que también quería un beso? O
no… ¿Qué la invitara con nosotros? ¿Qué se supone que querías que hiciera? Dime
tú cómo reaccionar cuando veo que besan a mi… – se cortó, se cruzó de brazos y
pareció refunfuñado – No tengo más que decir.
Sora parecía pensar en el
problema en cuestión, pensó en burlarse de Chiaki como siempre lo hacía y
quitarle el entrecejo fruncido con una risa, pero no, su preocupación era otra.
Se puso de pie y caminó hasta él, cuando estuvo lo suficientemente cerca, tomó
su rostro entre sus manos y le mantuvo la mirada por unos segundos. La manzana
de adán del vocal subió y bajó.
-
¿Te
mantendrás conmigo cuando nos agredan solo por sospechar de nosotros? – su
pregunta sería tomó a Chiaki por sorpresa. Sora no solía tomar con gravedad las
situaciones, que lo hiciera solo consiguió que el miedo fluyera en el pecho del
vocal… pero sí, lo había pensado y era exactamente esa la razón por la que
había vuelto; porque no quería dejar solo a Sora después de lo ocurrido, luego
de su error impulsivo, y porque quería dejar en claro con su presencia que él
quería estar con él aunque eso les trajera dificultades.
Chiaki
realmente era malo con las palabras, se avergonzaba con facilidad cuando debía
ser honesto. Sora solía juguetear con él hasta lograr que murmurara alguna
confesión, pero en ese tipo de situaciones en que los nervios y la preocupación
se tomaban su corazón, no podía decir absolutamente nada, por lo que lo abrazó
fuerte como respuesta.
El
vocal reía y se asqueaba de las personas
que necesitaban afecto ajeno, las llamaba vacías por buscar sus otras mitades,
pero cuando Chiaki sentía el calor de Sora y sus pechos respirando tan cerca el
uno del otro, podía entender que las personas sintieran tal devoción mezclada
con afecto y buena intención. Se sentía un poco vacío cuando se alejaba de él,
asumía haberse convertido en una de aquellas tontas personas de las que él
tanto se rió.
Sora
suspiró mientras lo abrazaba con fuerza, en cualquier otra situación hubiera
reído de la emergencia del más bajo por un abrazo y también de su impulsividad
anterior, le hubiera hecho sentir culpable y que le pagara por sus errores a
modo de besos por diferentes partes de su cuerpo… pero no era el caso, temía
que una llamada de su manager por la mañana les anunciara que el contrato de la
banda con su producción había sido cancelado. Podía entender el enfado de Saz y
Miyako, y considerando que fue él quien no vio venir los besos de la fan
aproximarse a sus labios, se sentía culpable por haber hecho que Chiaki se
saliera de sus casillas. Porque él sí que sabía cómo es el vocal, y se había
prometido protegerlo hasta de sí mismo si eso fuera necesario.
Aunque
Sora quería tomar la relación con seriedad como el adulto que ya era, la
inexperiencia de Chiaki en cuestiones de pareja le daba a todo un aspecto de
novedad, sus celos no habían estallado hasta precisamente este momento,
habiéndose mostrado en el pasado más que a modo de pucheros escondidos bajo las
sábanas de su cama, por lo que se sentía culpable por no haberlos atendido
antes y haber disfrutado de ellos. Ahora quería resolver el asunto con madurez.
-
Ya
sé – Sora comenzó a recoger sus cosas y se colocó la mochila para luego jalar a
Chiaki de la habitación – Vamos.
-
¿Dónde?
-
A
los otros camarines, si tenemos suerte aún lo encontraremos allí.
-
¿A
quién?
≫ ──── ≪•◦ ☯ ◦•≫ ──── ≪
La
mayoría de las bandas se habían retirado, pero Sora sabía de alguien que se
quedaba hasta el final a ayudar a llevar los equipos, a aconsejar a los
menores, a conversar un poco con el staff y posiblemente compartir una cerveza
con un amigo.
Cuando
abrió la puerta del camarín de su banda, estaba sorprendido al no encontrarlo
allí.
-
¿A
quién se supone que vinimos a buscar aquí? – Chiaki preguntó en un tono
bastante alto, pero el batero no contestó buscando con la mirada a forma de súplica interior que él apareciera
– Sea quien sea, no está, vámonos Sora.
-
¿Sora? - el hombre alto de cabello largo y negro
abrió la puerta de lo que parecía ser un baño, llevaba su cabello húmedo y
tenía una toalla en las manos. Era obvio que se estaba duchando cuando escuchó
la voz de Chiaki en el lugar.
-
¡Sakura!
– los ojos de Sora brillaron mientras veían a su mentor, siempre era el primero
en quien pensaba cuando debía pedir consejos– Que bueno que aún estás aquí… -
parecía aliviado. Sakura levantó sus cejas un poco sorprendido principalmente
porque los vio permanecer tomados de la mano. En cuanto Chiaki notó la
dirección de su mirada, soltó a Sora de inmediato y saludó respetuosamente al
mayor fingiendo que nada había ocurrido.
-
¿Qué
pasa? Se ven algo… pálidos.
-
Sakura,
papá… tú eres como mi favorito entre todos los favoritos. ¿Lo sabes verdad? –
Sora pestañó varias veces mientras hacía un puchero en sus labios. Chiaki lo
miró: “¿Puede este niño con complejos de
rudeza verse más adorable?” Se preguntó. Sakura bufó.
-
Dinero
no tengo.
-
Sé
que no, pero no es eso.
-
¿Cómo
que sabes qué no? Qué bueno que me respetas – fingió ofensa mientras les
indicaba con una mano que se sentaran. Cuando avanzaron, Sakura colocó el
pestillo en la puerta. El vocalista de Dezert parecía incómodo mientras que
Sora parecía desesperado por hablar- ¿Qué sucedió?
-
Lo
que te diré ahora…
-
“No
se lo debo decir a nadie”- completó- Está bien, pero habla pronto, Den nos
interrumpirá en cualquier momento.
-
Lo
que ocurre es que… - le dio una mirada al vocal que parecía haberse hundido en
el sofá – Chiaki y yo… somos… tenemos…Em…
-
¿Tienen
qué? ¿Un problema? – Sakura se divertía dentro de sí. Claro que sabía que
ocurría entre ellos, lo había notado desde la primera vez que los vio
interactuar en un escenario, la química tan fuerte que existía entre los dos le
recordaba así mismo y alguien más- ¿Una enfermedad? ¿No me digan que se
contagiaron de algo?
-
Sí
es el caso – comentó Chiaki – Eso es contagioso y Sora me lo contagió a mí.
-
¿Eso
qué? – preguntó. Sora comenzó a ruborizarse.
-
La
homosexualidad – dijo sin tapujos. Por alguna razón la palabra sonó como un
insulto en sus labios, pero no era como quería que sonara, simplemente Chiaki
no sabía expresarse de otra manera. Sakura no vio más opción que impresionarse.
-
Oh…
¿Ustedes dos, eh? Ya veo…
-
No
estás impresionado en absoluto – la voz en un tono elevado del batero menor
sonó más impresionada que la del mayor, Sakura al verse descubierto no pudo
evitar reír.
-
Claro
que no par de estúpidos, cualquiera que tenga experiencia observando la química
entre bandas sabe o vio venir lo de ustedes dos. Además siempre se miraban como
si no hubiera más aire que él que respira el otro.
-
¿Qué?
– Chiaki sonaba herido.
-
Oh
no… – Sora se cubrió el rostro con ambas manos – Chi, somos un par de maricas–
el vocal se volteó a mirarlo con la boca abierta y le dio un manotazo.
-
Tú
lo eres, ¿por qué me involucras a mí en esto?
-
¿Cómo
que por qué? Tu eres a quien yo le met-…-
-
Ejém… – Sakura los interrumpió con el ceño
fruncido, luego comenzó a reír.
-
Los
dos lo son y si ya se ha puesto a hacer esas cosas será mejor que lo asuman
porque no hay vuelta atrás, ni se puede borrar lo que ya sucedió.
-
Marica
– le susurró Sora al vocal solo por molestarlo y luego de un segundo recibió un
puñetazo en su muslo, pero si bien puso mala cara, no se quejó en voz alta.
-
Entonces,
¿qué sucede con eso? ¿Quién los descubrió?- Sakura preguntó y se inclinó hacía
ellos para prestarles atención, el vocal por su lado volvió a hundirse en el
sofá esta vez con culpa.
-
Bueno…
Chiaki estalló frente a una fan que me besó, y la insultó al punto en que fue
obvio que eran celos. De hecho casi la golpeó – Sakura arrugó el ceño.
-
Mmm…
esto es serio.
-
Temo
que mañana nos digan que el contrato con la disquera sea cancelado o algo por
el estilo.
-
¿Se
lo dijeron a Oishi?
-
¡No!
– respondieron ambos al mismo tiempo– Si lo hacemos es posible que nos
cancelen, ¿no? – preguntó Chiaki.
-
Siempre
es posible, pero Oishi sabe manejar este tipo de cosas, creo que lo mejor será
contarle la verdad y si alguien pregunta sobre lo que sucedió simplemente digan
que Chiaki se enfadó por el atrevimiento de la fan. No es una novedad su
personalidad de mierda – levantó los hombros restándole importancia a lo dicho,
pero el vocal en su sofá se sintió un poco herido.
-
Bueno
es verdad, pero no me parece justo – replicó Sora.
-
No
lo es, pero este es un asunto serio que tendrán que sacarse de encima lo antes
posible y como sea – Sakura los miró seriamente – Solo será un pequeño suceso
más en la lista de Chiaki que puede salvarle el trasero a los dos y desde ahora
tendrán que ser más cautelosos. Bueno un mínimo de cautela siquiera, porque
estoy seguro que no la tienen.
Los dos se sentaron en el
sofá juntando sus manos y las escondieron entre sus piernas, parecían
dispuestos a recibir un regaño.
El mayor suspiró y se tomó su
tiempo para encender un cigarrillo.
-
Escúchenme
con atención: ustedes llevan años en esto, sé que saben cómo ponerse de pie en
un escenario y hacer su trabajo, pero lamentablemente no es todo lo que tienen
que saber hacer para cuidar el lugar que ya tienen. A Oishi se le ha
dificultado bastante apagar los incendios de Chiaki con su excepcional talento
para hablar demasiado así, que estoy seguro que si ustedes no ponen de su
esfuerzo para evitar que esto se convierta en un incendio, su manager no tendrá
porqué querer evitar un incendio antes de que se haga demasiado peligroso.
Tendrán que aprender a reaccionar antes las dificultades y eso implican los celos.
-
Pero
que él no acepte besos entonces – murmuró por lo bajo el vocal.
-
Chiaki,
Sora… es posible que afronten muchas situaciones en que las fans harán todo lo
posible por tocarlos y tal vez en lugares donde no deberían, ¿quién sabe?
Quizás más besos o incluso acosarlos por el celular si alguien se consigue sus
números o solo virtualmente, todo eso puede suceder, y ustedes tienen que estar
preparados para reaccionar. No pueden solo tomar un micrófono y decir: ¡No lo toques!
– Chiaki hizo mala cara indicando inmediatamente que si pensó en eso alguna vez
– No niño, eso no puede suceder, no si quieres volver a tocar un micrófono en
tu vida al menos.
-
Hablando
en serio… - susurró Sora con una voz avergonzada hacia el vocal – Lo de hoy si
me impresionó, nunca creí fueras tan celoso o capaz de hacer algo así, fue muy
irracional– Chiaki desvió la mirada lejos de él. También lo sabía, tampoco lo
vio venir, no sabía que podía ser tan celoso, no se conocía de esa manera.
-
Sora,
no vuelvas a ser tan estúpido para permitir que alguien te bese– regañó Sakura–
En parte es tu culpa, mantente alerta porque si siguen por este camino tú como
el backstreetboy de la banda serás el más acosado.
-
¿El…?
– el batero menor no pudo terminar su pregunta cuando el vocal estalló en una
fuerte risotada, pero Sakura lo frenó.
-
Veremos
si te ríes de la misma manera cuando ocurra– el vocal hinchó su mejilla
izquierda de manera infantil dejando de reír abruptamente, su mejilla fue desinflada
por un dedo de Sora que picó su rostro.
-
¿Entonces?
¿Cómo enfrentar los celos? – preguntó el batero menor.
-
Controlándose,
no hay más maneras – respondió – Pero, si hablan con Oishi él puede
encargarse de ciertas cosas que los ayudarán,
como camarines juntos o espacios privados, también sabrá qué hacer con el fanservice
o la manera de controlar la prensa para evitar incomodidades o rumores que los
pongan en peligro. Lo fundamental es ser sinceros con su equipo, la banda tiene
que saber lo que ocurre entre ustedes.
-
Bueno,
hoy todos se enteraron por mi culpa – Chiaki permanecía con la mirada baja. Sora
buscó su mano y entrelazó sus dedos con los suyos, evitó mirar a Sora pero
sintió la cara caliente.
-
Este
es el primer incendio, apáguenlo con inteligencia con los medios, y con
honestidad con las amistades y todo saldrá bien. Lo más importante cuando estas
cosas ocurren es elegir bien las personas en quienes depositan su confianza,
así que les sugiero evitar comentarlo con amigos con quienes no tienen algún
lazo tan profundo como para estar seguros de que incluso si estos se enojan con
ustedes podrán mantener el secreto.
-
No
tengo esos amigos – confesó Chiaki.
-
Yo
se lo diré a Natsu, ¿está bien? – consultó al vocal.
-
Por
mí está bien… - Sakura quería reír. ¿Por qué ambos parecían un par de
adolescentes en ese momento? Quería tomarles una foto.
-
Realmente
van en serio, ¿eh? Quién lo diría con lo diferente que son ustedes.
-
Tampoco
yo lo creería si alguien me lo hubiera dicho hace un año atrás – replicó Chiaki
– Pero… - miró a Sora y le dio una sonrisa tímida – Solo pasó.
-
Mm…
- Sora pareció avergonzado pero asintió y asintió de vuelta para el vocal – Y va en serio – confesó – Por
eso quería decírtelo a ti. Por favor Sakura, cuida de nosotros dos ahora, no
solo de mí.
Sora
se puso de pie e hizo una reverencia respetuosa que dejó a Sakura notablemente
impresionado, incluso a Chiaki que pareció pensar si sumarse o no a Sora, pero
se le hacía demasiado vergonzoso el si quiera pensarlo.
-
Siéntate,
siéntate, lo haré, no tienes que hacer eso – el batero mayor pareció incómodo
mientras suspiraba – Está bien, yo… hablaré con Oishi para tantear el terreno
mañana, te avisaré y luego ustedes le dirán lo que ocurre, ¿sí?
-
Pero…
- el vocal se froto las manos pareciendo complicado - ¿Cómo estás tan seguro de
que es mejor no esconderlo de él?
-
Porque
sé cómo reacciona a este tipo de cosas, creo que lo mejor será permitirle manejarlo
mientras pueda hacerlo a que solo dejar que se entere de la verdad junto a
todos y cuando él ya no pueda hacer nada por protegerlos.
-
Sigues
sin decirme cómo estás tan seguro – insistió Chiaki. Sakura entendía su
desconfianza pero no había forma de que él pudiera decirle más
-
En
esto tendrás que confiar en mí, prometo tantear el terreno antes de que den el
primer paso. ¿Está bien?
-
Chi…
– Sora lo miró pidiéndole en silencio que confiara, finalmente el vocal suspiró.
-
Gracias…
- fue lo único que pudo susurrar.
-
Gracias
papá – dijo sinvergüenza el batero menor mientras le sonreía a Sakura, que suspiró
cuando los vio salir de su camarín y se quedó solo.
≫ ──── ≪•◦ ☯ ◦•≫ ──── ≪
Cuando
Sakura llegó a su casa, bajó del auto y entró con las manos ocupadas. Llevaba
una bolsa con una cena tardía que compró en el camino y en la otra arrastraba
su mochila. En cuanto encendió las luces se sorprendió cuando sus pies chocaron
con una maleta.
¿Podía
ser que…?
Dejó
sus cosas sobre la mesa de centro en la sala y de inmediato subió las escaleras
de la casa en dirección a la habitación, las luces estaban apagadas en todo el
pasillo. Suspiró cuando no vio a nadie en la habitación, estaba vacía, la cama
estaba tendida tal cual como la dejó por la mañana. Pensó que tal vez algún staff
envió la maleta por alguna razón, y sin querer darle demasiadas vueltas
sintiéndose decepcionado se lavó la cara y fue a cerciorarse de que su hijo
estuviera dormido. Cuando abrió la puerta de la habitación del menor, encontró la
lámpara en el escritorio encendida, y la mesita cubierta de libros y hojas
sueltas que sugerían que él adolescente estuvo estudiando y había caído dormido
antes de organizar sus apuntes. Entró y entonces lo vio, Hyde estaba quitándole
los zapatos mientras metía a su hijo en la cama. Afortunadamente este tenía el
sueño pesado y no se había percatado de que fue arrastrado hasta allí.
Hyde
se veía agotado. Sakura caminó hasta él y lo ayudó, le quitó el suéter al
adolescente y luego lo cubrieron, ambos lo miraron unos instantes antes de
salir juntos de la habitación en silencio.
-
Llegaste
antes – susurró Sakura mientras bajaban las escaleras.
-
Sí,
se suspendió el último concierto por el mal tiempo y pude adelantar el vuelo,
así que pensé en darte una sorpresa– el batero le sonrió. Se sentaron juntos en
el sofá sin decir nada, y Hyde apoyó su cabeza en su hombro dispuesto a recibir
las ya esperadas caricias entre sus cabellos revueltos.
-
¿Cómo
está tu trasero?
-
Casi
no lo siento por las horas de vuelo – rió Hyde.
-
¿Debería
ayudar a despertarlo?
-
Baboso
– regañó, pero ambos se abrazaron- ¿Cenaste, señor baterista estrella?
-
No…
traje algo que pase a comprar, pero… ¿Quieres que cocine?
-
Hum…
no – suspiró – Creo que abriré una bendita lata de atún, no sabes cómo quiero
comer atún.
-
¿Antojos?
– Sakura lo molestó mientras caminaron hasta la cocina, sirvió la comida
comprada para los dos a pesar de que Hyde no la pidiera, y le abrió una lata de
atún que para su sorpresa Hyde se comió como si fuera un manjar- ¿En serio
tenías tantas ganas de comer atún?
-
Sí,
pequeños placeres, déjame.
Ambos comieron en silencio
mientras acariciaban sus pies descalzos por debajo de la mesa. Estaban cansados
y fueron a la cama demasiado pronto para celebrar la bienvenida, aún así se
abrazaron bajo las sábanas.
-
¿Cómo
ha ido todo? – preguntó Hyde mientras buscaba acurrucarse más cerca- ¿Alguna
novedad?
-
Pues…
de hecho sí– le susurró mientras en secreto disfrutaba del aroma de su cabello.
Hyde no podía evitar recostarse en su pecho, Sakura disfrutaba el pequeño peso
sobre su costado izquierdo.
-
Mm…
– quiso asentir adormilado - ¿Qué es?
-
¿Recuerdas
a Sora? ¿El baterista de Dezert?
-
Claro
que sí, él niño que te dice papá.
-
Sí,
él… tiene una relación con el vocalista de la banda – dijo sin tapujos. Se
quedó silencio esperando la reacción de Hyde pero para su sorpresa este no dijo
nada - ¿Te dormiste?
-
No,
estoy escuchando– Sakura rió y acarició su cabello con las yemas de sus dedos.
Reconoció la sensación que debía estar llenando a Hyde: la empatía– Hoy fueron
a pedirme ayuda porque al parecer Chiaki vio como una fan le robó un beso a
Sora y…
-
Oh,
escena de celos– completó. Sakura asintió- ¿Hubo violencia?
-
Él
le gritó. Este chico es muy hiriente, directo y temperamental, no pareciera
tener nada de dulzura… hasta que lo ves cerca de Sora. Pero puedes hacerte una
idea de cómo la trató, no estuve allí pero luego un staff comentó que por poco
la golpeó.
-
Ouch...
al menos si es tan temperamental podrá decir que estaba enojado por otra cosa y
solo se desahogó.
-
Lo
mismo pensé, el tema es que me pidieron
ayuda y prometí tantear el terreno con Oishi para que él los ayudara– de pronto
Hyde se levantó y lo miró a la cara en la penumbra de la habitación.
-
Sakura,
tú ni siquiera pudiste decírselo cuando nosotros comenzamos a estar juntos.
-
Lo
sé, pero ahora que estás aquí tal vez puedas ayudarme con eso– la boca de Hyde
se abrió.
-
Descarado,
apenas llego y ya me das el trabajo sucio – Sakura rió.
-
Solo
no quiero decir algo que complique más las cosas, tú te expresas mejor que yo–
Hyde volvió a apoyar el rostro en el pecho del batero.
-
Claro,
claro… adúlame más a ver si me convences– desafió, pero por la mañana, el
reconocido Masahiro Oishi recibió una llamada de Hyde.
≫ ──── ≪•◦ ☯ ◦•≫ ──── ≪
Chiaki
es cariñoso, dulce y frágil al tacto de los dedos de Sora, él no puede detener
sus manos cuando buscan abrazarse a la espalda del batero. Chiaki gime, suspira
y suelta palabras amorosas, no puede recordar porque unos minutos atrás estaba
maldiciendo. No le importa lo que pueda ocurrir fuera de su departamento, no
cuando está sintiendo los besos del batero y cuando bajo la mirada de aquel
brillo que sintoniza con sus emociones, se retuerce disfrutando del primer “te
amo” que ha salido de sus propios labios.
Sora
ríe al escucharlo, como si realmente no pudiera creer que rompió un gran muro
con tan solo una caricia. Sora roza sus labios por el contorno de la clavícula
de Chiaki, sabe que su piel le sabe a promesas y su corazón le dice que él sí
podrá con ellas. Cuando estaba por susurrar algo para calmarse así mismo, él
vocal le quitó las palabras.
-
Todo
estará bien- y no es necesario agregar más. El tacto de los labios ajenos le
indican a Sora que sería intrínseco contestar a las palabras de Chiaki, se conocen
lo suficiente para sostenerse mutuamente.