Sora le pidió a una de las chicas del staff que le ayudara a
maquillarse. Tenía los ojos hinchados y unas ojeras enormes que no pasarían
desapercibidas con un simple corrector, por lo que la chica lo ayudo sin preguntar, aunque
para ella era notorio que el batero había pasado más que una simple mala noche
por lo deprimido que lo percibía.
-
¿Te estás
maquillando antes? – preguntó Miyako con curiosidad. Sora lo ignoró, aunque no
era propio de él, no quería mentir ni dar explicaciones. Miyako le puso mala
cara y salió del camarín un poco enfadado.
Desde el corredor el batero lo oyó.
-
¿Ves lo que
haces Chiaki? Ahora Sora se comporta como tú, ignorándonos.
Tragó saliva con dificultad.
“Ya llegó”, se dijo así mismo. Tan sólo
pensar en que tendría que mirarlo a los ojos le dolía. Quería irse a su casa y
recostarse en su cama, probablemente hacerse bolita y abrazar a su perro para
evitar la soledad. Cuando el vocal pasó
por fuera del camarín, ni Sora volteó a mirarlo ni Chiaki miró al interior de éste.
Durante todo el ensayo no se miraron, Sora sólo se atrevía a observar su
espalda y aún así le causaba cierto dolor escuchar su voz, muy en el interior
le decepcionaba escucharlo concentrarse de manera tan profesional en el ensayo
mientras que él no podía hacerlo. El vocal evitó dirigirse al batero y Sora
evitó hablar con cualquier otra persona, incluso en cuanto pudo ocultó sus ojos con las
gafas de sol, temía que si Chiaki lo veía pudiera detectar sus ojos cansados de
la falta del sueño y de las lágrimas.
El concierto debía comenzar, se formaron para subir al escenario como
siempre. Chiaki en su pequeño rincón ignorándolos a todos y haciendo un
especial esfuerzo por ignorar a Sora y también a Saz, a quien le hablaba sin
mirarle a los ojos.
Entonces subieron al escenario y por primera vez desde que se había
unido a la banda, Sora no miro a Chiaki ni una sola vez. No podía, si quería
mantenerse firme en la multitud y en las canciones que tanto le identificaban
debía concentrarse al máximo en la batería y en nada más que ella. Chiaki, por
su lado, a ratos notaba que Sora se equivocaba, por lo que se volteaba a mirarlo, sin
embargo este nunca le devolvía la mirada. En un momento en que le pidió tocar
el tambor para acompañar el público este tampoco le respondió por lo que fue
hasta la tarima a dirigirse a él, pero en aquel momento Sora se volteó a buscar
una botella con agua y sin siquiera ser consciente de las intenciones del otro,
lo ignoró a vista de todas las fans. Chiaki notó que se sentía perdido sin la
química habitual con Sora, al no estar en sintonía lo sintió como otro
baterista completamente ajeno a la banda que tocaba con ellos por primera vez. Por su parte Sora se sentía como en un ensayo individual, o al menos se
esforzaba porque así fuera. Por primera vez en mucho tiempo no hubo
improvisaciones, ni juegos entre los miembros de la banda.
Cuando finalizó el concierto Sora no lanzó las baquetas, sólo dio la
finalización con un golpe estruendoso en los platillos, luego se puso de pie y
salió sin mirar al público ni una sola vez. Al bajar del escenario caminó
detrás de la espalda de Chiaki, quien apresuraba el paso para evitar voltear y
dirigirle la palabra, pero la verdad era que Sora no tenía interés en hablarle,
sin embargo de reojo observo a Saz pasar por su lado hasta alcanzar a Chiaki.
El bajista le sonrió de una manera que a Sora le pareció extraña, entonces tomó
la mano del vocal. Chiaki lo miró sorprendido, al igual que Sora, pero luego
optó por seguir caminando sin detenerse. Sora se congeló y Miyako chocó con su
espalda.
-
Oh, ¿estás
bien? – le preguntó el guitarrista al notar que no tenía intenciones de
avanzar.
-
Mira a Saz…
- le susurró anonadado. Miyako elevó la
vista y lo vio llevar de la mano al vocal - ¡Por fin! Pensé que esos dos jamás
se darían una oportunidad.
-
¿Oportunidad?
¿De qué hablas? – Sora miró molesto a Miyako en mitad del pasillo, quien notó
que no era un buen lugar para hablar de ello.
-
Sora,
cálmate… sólo que… se nota que entre ellos dos hay algo, ¿no? Al menos Sacchan
es algo evidente y Chiaki… siempre da la imagen de que nada le importa, pero
Sacchan debe importarle si también tomó su mano, ¿no es así? - Sora lo miró pestañeando sin entender del
todo. Miyako no entendía el por qué de su reacción pero estaba seguro de que era
la impresión por no haber notado los sentimientos de Saz antes - ¡Mira Sora!
¡Sakura te vino a ver! – levantó la mirada en una especie de trance
mientras Miyako seguía su camino, en la puerta fuera de su camarín vio a quien
era su mentor y caminó hasta él sin estar seguro de que expresión colocar, sólo
notaba que sonreír le dolía.
-
Hola… pasa
por favor – le pidió en cuanto estuvo más cerca y abrió la puerta para él. Sakura lo estudió y entró sin decir una palabra, ya dentro se sentó en el
sofá. Sora fue hasta la nevera que había
dejado el staff y tomó dos cervezas, le tendió una a su mentor y abrió la otra
para darle un largo sorbo. Arrugó el rostro porque estaba fría.
En su mente los pensamientos pasaban de manera fugaz; ¿existía algo
entre Chiaki y Saz? ¿Por qué jamás lo notó? ¿Desde cuándo? ¿Por qué Chiaki lo
había besado entonces? No podía responder ninguna de sus dudas, el pensamiento
más fuerte era el que le causaba mayor miedo: perder a Chiaki, aunque realmente
jamás lo había tenido. Perder la posibilidad de intentar quererlo como siempre
quiso le causaba una especie de picor en el pecho que amenazaba con crecer
hasta convertirse en algo que no quería descubrir. Otra parte de él le pedía a
gritos dejar de divagar en sus miedos en aquel instante ya que no estaba solo,
pero poco se podía contener.
-
Estabas
distinto en el escenario – le dijo de repente Sakura antes de volver a beber un
poco de la cerveza.
-
¿Ah?
¿Distinto en qué sentido? – Sora lo miró intentando concentrarse en sus
palabras Usualmente le eran importantes las opiniones de Sakura por más
mínimas que fueran pero no lograba escucharlo del todo, los gritos de sus
pensamientos tenían fuerza.
-
Diferente a
como tocas siempre. Estabas distraído, desconectado de la banda. Chiaki te
llamó la atención varias veces pero ni siquiera lo notaste.
-
¿De verdad?
– se preguntó así mismo si había sido así. Había estado tan concentrado que no
lo notó.
-
Si… pero
nunca te sentí tan desesperado al tocar, realmente pude escucharte hoy de
manera muy clara. – Sora sorprendido sólo pudo mirarlo sin saber qué decir –
Usualmente no me doy cuenta cuando una persona está pasando dificultades, no
soy bueno leyendo a otros, pero sí los escucho con atención es más claro…
teniendo claro que te escuché de aquella manera, no podía irme sin verte
primero.
Sora se mordió el labio conteniéndose un poco. Se sentía expuesto con
Sakura, siempre supo que existía una conexión especial con el batero que era su
mentor, sin embargo nunca había creído que sería tan potente como para
transmitir ese tipo de conflicto emocional. El problema entonces era que no
sabía cómo lidiar con la exposición. Desahogarse nunca había sido fácil y mucho
menos en temas amorosos, tuvo miedo de que Sakura lo juzgara.
Los minutos transcurrieron y ninguno de los dos dijo nada, Sora sintió
que Sakura esperaba que hablara, pero en algún momento dejó de hacerlo y sólo
le brindó su compañía. Cuando los minutos le dieron cierta calidez y confianza, fue cuando para sorpresa de sí mismo comenzó a llorar. Se cubrió el rostro con
ambas manos mientras las lágrimas fluían sin control, sintió la mano de Sakura
darle un par de palmaditas de apoyo en la espalda.
-
Lo siento… -
logró decirle con voz rota. Sakura se acercó más a él y le rodeó los hombros con un brazo. El mayor siempre había sentido a Sora como un hijo y verle en
aquel estado le causaba frustración. Lo consideraba sólo un niño.
-
Tranquilo… no está mal llorar, puedes hacerlo. – Sora
decidió decirle la verdad a Sakura, estuvo seguro de que como siempre, sus
palabras le ofrecerían un consejo o un consuelo. Se calmó respirando
profundamente y destapó su rostro, Sakura se sentó observándolo a la espera de
cuando estuviera listo para hablar. Sora lo observó, sabía que era cuestión de
decirlo en voz alta para volver a explotar, pero notaba que no tenía más
opciones, la angustia le consumía.
-
Chiaki no me
quiere... – su voz se quebró nuevamente y tuvo que cubrir su rostro, pero esta vez
se inclinó hasta el pecho de Sakura sin pensarlo, sólo buscando consuelo. El
mayor lo envolvió en sus brazos un poco sorprendido pero no lo soltó, acarició
su cabello tal y como lo hubiera hecho con un hijo o un hermano menor.
-
¿Chiaki? –
preguntó en susurro, Sora asintió. El mayor pensó unos instantes en ello
mientras le abrazaba con fuerza, de pronto algo en su cabeza le hizo sonreír.
Decir que le recordaba a él en su juventud era quedarse corto.
-
Chi… - susurró
con la voz rota el batero más pequeño – Me rechazó y ahora… creo que… Miyako
dijo que él y Sacchan… Agh no puede ser… - se lamentó notando como las lágrimas
no pretendían dejar de salir y los sollozos se hacían cada vez más presentes. Se iba a alejar de Sakura para evitar ensuciarle la camisa, pero este no se lo
permitió, lo sostuvo contra su pecho y acunó su rostro por debajo de su cuello.
Sora quiso disculparse – Te estoy ensuciando la camisa – dijo apenado con la
voz aún afectada, Sakura era incapaz de soltarlo escuchándole de esa manera.
-
Es lo de
menos, permanece allí lo que necesites. – a Sakura le costaba ser expresivo sin embargo en aquellos instantes sentía que el esfuerzo era necesario. Sora
permaneció abrazado a él uno momentos más hasta que los sollozos bajaron.
Luego bebió un poco de cerveza sólo para sentir algo pasar por su garganta. –
Entonces… ¿tú y Chiaki…?
-
No… no hay
nada entre nosotros, él siempre se esfuerza en recordármelo – pronunciar las
palabras en voz alta le era doloroso. – Pero yo… a mí…
-
Te sientes
atraído a él y él por ti, pero él se niega a aceptarlo, ¿no? – adivinó. Sora lo
miró sorprendido mientras se secaba los ojos con el dorso de la mano. Asintió
con un puchero inconsciente en los labios y pensó en el beso y en que probablemente
Chiaki si se sintiera atraído por él, aunque eso no cambiara las cosas - No es tan distinto…
-
¿Ah? – el
más pequeño estaba confundido, pero Sakura sólo le sonrió. - ¿Y de dónde
sacaste que él y Saz…? Lo dudo bastante la verdad…
-
Cuando
bajamos del escenario se tomaron de las manos y Miyako dijo… que Saz... tenía
sentimientos por él. – Sakura soltó una carcajada y le colocó una mano sobre el
cabello a Sora, luego lo despeino con un poco de dulzura.
-
Es más
difícil atreverse a dar el paso cuando dimensionas el tamaño de la caída.
-
¿Qué?
-
Que he visto
cómo te mira, no es difícil darse cuenta que: o te aprecia demasiado o realmente
tiene sentimientos fuertes por ti. No tiene esos ojos para Saz así que lo único
que puedo concluir es que debe ser consciente de que realmente le gustas y es
más fácil aceptar algo en lo que sabes que no debes involucrarte demasiado
sentimentalmente. Aunque te soy sincero, considerando como es Chiaki… dudo le
sea fácil cualquier tipo de relación, más aún si se sabe enamorado.
-
Pero no está
enamorado de mí… sólo me besó esa vez…
-
¿Te besó? –
Sakura lo miró con impresión notando cierto rubor en las mejillas de Sora
luego de decir aquello.
-
Si…
-
Bueno…
¿Crees que Chiaki es el tipo de persona que va por allí besando hombres?
-
No… sé que
todas esas cosas le dan asco…
-
Entonces tú
puedes dimensionar cuánto le debes importar. – Sora lo miró pensativo, parte de
sus pensamientos le pedían no volver a tener
esperanzas porque ya lo que había sucedido de por sí causaba dolor. –
Sora, no es fácil aceptar los sentimientos cuando son de una magnitud grande, permitirse
sentirlos… para una persona como Chiaki debe requerir de mucho esfuerzo.
Sabiendo eso, no tienes más alternativa que elegir ser paciente o… si
consideras que puedes dejarlo ir y que es la opción más sana más para ti,
siempre puedes hacer eso. Pero si tus sentimientos son verdaderos, yo te
aconsejaría al menos intentarlo.
-
Pero…
¿Intentar qué? ¿Debo seguir esperando? ¿Debo permitir que sea feliz con
Sacchan? No podría ver eso… - el menor movió los brazos para explicarse de
forma nerviosa, Sakura notó lo afligido que estaba y volvió a frotarle la
espalda con la palma de la mano.
-
Ya sabes de
sus sentimientos y conseguiste que te besara, debes hacer exactamente lo que
estabas haciendo. Ni más, ni menos.
-
¿Lo que
estaba haciendo cuando logré que me besará? Hum… - volvió a colocar un puchero en
gesto infantil, como solía comportarse con él – Sólo estuve con él cuando lo necesitó… - lo miró dándose cuenta de ello – Tienes razón… si no lo hubiera
presionado tal vez nunca me hubiera rechazado…
-
No te
arrepientas de ello, mientras más clara sean las cosas, mejor será para los
dos.
-
Tienes razón
– Sora se volvió a pasar las manos en puño por los ojos – No volveré a llorar,
ni me arrepentiré. Chiaki debe tener sentimientos por mí y yo seré paciente.
Sakura se rió para sí mismo y volvió a acariciarle el cabello. Luego se
puso de pie.
-
¿Ya te vas?
-
Si… Esta
conversación me recordó a alguien y creo que... debo llamarlo para saber al menos
como está.
-
¿Ah? ¿A
quién?
-
Cierto vocalista… Cuídate Sora, y llámame si puedo ayudarte en algo. – el mayor le
hizo un saludo como un boy scout y salió del camarín antes de escuchar una
respuesta dejando confundido a Sora, quien suspiró en cuanto se quedó solo sintiéndose considerablemente aliviado.