miércoles, 25 de septiembre de 2019

Fan fic: Bird Wings - Capítulo 13: Agua



Al día siguiente Chiaki volvió a llamarle al móvil por la mañana. Pensaba en hablar con él antes del ensayo, pero su celular estaba apagado. Y como nunca antes había ocurrido, Sora se ausentó al ensayo. 

Tampoco lo vio momentos antes del concierto. Chiaki pensó que simplemente estaba encerrado en su camarín sin ganas de verlo, por lo que no fue a revisar, creyó que lo mejor era darle espacio.

Estaban listos para comenzar. Se formaron de la forma habitual pero Sora aún no aparecía.

-     Chicos, tenemos un problema...– el manager les llamó con gesto preocupado.

-     ¿Qué? – Chiaki le respondió, entonces solo se dirigió a él.

-     Sora… no ha llegado. – no supo qué decir ni tampoco estaba seguro de qué pensar.

-     ¿Le habrá sucedido algo? – preguntó Saz.

-     Tal vez se quedó dormido… Esto es muy extraño en él. – Miyako observó a Chiaki como esperando que este estuviera de acuerdo con él, pero no fue así.

-     ¿Cuánto más podemos esperarlo? – pregunto serio, visiblemente molesto. Esperaba que Sora no hiciera ese tipo de cosas para llamar la atención.

-     Diez minutos como máximo – respondió otro staff.

-     ¿Y por qué nos avisan esto ahora?

-     Lo sentimos, no queríamos molestarlos antes, pensamos que Sora solo llegaría retrasado.

-     ¿Lo llamaron a su celular? – le preguntó Saz al staff.

-     Apagado. – suspiraron. Chiaki se paseó inquieto, entonces se preguntó, ¿y si le había sucedido algo?

-     ¿Y fueron a buscarlo a su casa? – interrumpió Miyako.

-     De allí vengo… - le dijo el staff - Nadie abrió la puerta y por lo que vimos en sus ventanas abiertas y su perro ladrando, no habían señales de vida humana dentro. – Chiaki suspiró, ya estaba preocupado.




"Lamentamos informar que el show de hoy debe cancelarse, lamentamos los inconvenientes, pero es una urgencia de último momento. Sus entradas serán reembolsadas."

 Chiaki se sentó detrás del escenario escuchando a la banda hablar con el staff mientras no dejaba de pensar en que era su culpa.

“Esto está pasando porque me involucré con él. Sabía que le haría daño, lo sabía", se decía así mismo.

-          Llama a Natsu – le decía Saz a su manager – Si alguien debe saber sobre Sora ese es él. También llama a Sato, Miharu, Allen y Shohei.

-          ¡Y a Sakura! – interrumpió Miyako – Hace pocos días recibió una visita de él. – el manager anotaba más y más personas a la lista de llamadas.

Chiaki se puso de pie y caminó hasta las afueras del recinto. Encendió un cigarrillo y dio la primera calada con los ojos cerrados, luego se agachó en el suelo, en frente de él se quedó de pie una staff.

-          ¿Qué quieres? – le preguntó en un tono molesto, ella se agachó a su altura y le tendió un café.

-          Hace frío. – le dijo como explicación. Chiaki observó el vaso, era su café favorito. Lo recibió sin decir una palabra y la chica lo volvió a dejar solo. Si quería sentirse culpable, definitivamente frente a los demás no era una buena opción o solo terminaría por preocupar aún más a la banda y al staff.








Chiaki bebió de la botella directamente contrarrestando el frío que sentía en el balcón de su casa con el alcohol que le quemaba la garganta.

No podía quedarse quieto, no dejaba de preguntarse dónde estaba Sora y si efectivamente estaba bien. Tomó su celular y llamó a su manager. Habían pasado varias horas desde la cancelación del concierto, tal vez ya tendrían noticias, o aquello quería pensar.

-          Chiaki – dijo al atender la llamada.

-          ¿Han tenido noticias de Sora?

-          No… aún nada, pensamos en que llegaría al recinto pero ya es tarde, tal vez llegue directamente a su casa. Un staff permanecerá aquí de todas formas.

-          Ya veo… Infórmame si sabes algo.

-          Lo haré.

-          Oye… - Chiaki sonó vacilante, su manager lo notó.

-          Dime.

-          No importa la hora… si sabes algo de él, solo llámame.

-          Así será – prometió, el vocal le colgó.

De forma inconsciente buscó entre los arboles su ya tan conocido amigo con alas, pero no lo encontró. Suspiró. Sabía que no podría quedarse tranquilo hasta que supiera algo de Sora. ¿Y si le había ocurrido algo? ¿Y si por la molestia que sentía por su acercamiento con Saz había cometido alguna estupidez? Se abrazó así mismo. Esperaba que donde fuera que estuviera, permaneciera sano.

-          No puedo quedarme aquí... – se dijo en voz alta. Un par de gotas cayeron en su rostro, observó el cielo – Lo que faltaba… lluvia. - se levantó y se preparó para salir, tomó su abrigo, se colocó sus zapatos, y en cuanto abrió la puerta se encontró con la leve llovizna que prometía ser más que eso. Decidió colocarse una bufanda, guardó un poco de dinero en su bolsillo junto a su celular y luego salió al frío de la calle. Tomó un taxi hasta la casa de Sora, estaba ansioso, pensó que si caminaba hasta allí pero temió que tal vez apareciera mientras él estuviera de camino.





En cuanto llegó se encontró con una silueta de pie frente a la puerta, no adivinó a simple vista quién era, pero por su altura sabía que no era nadie de la banda como tampoco del staff. En cuanto se acercó más, lo reconoció.

-          Chiaki – le dijo Sakura impresionado cuando lo vio.

-          Oh… Ho-hola… - incómodo se inclinó un poco para saludarlo con cierto respeto. Gracias a las muchas veces en que Sora le había hablado del batero y sus cualidades, sentía una profunda admiración hacia él, una que acababa de descubrir.

-          ¿Viniste porque estabas preocupado por Sora? – la pregunta lo pilló por sorpresa, no supo que responder. Se rascó la cabeza nervioso y Sakura se rió despacio sin muchas ganas. – Yo también… pensé en buscarlo, pero Natsu y un grupo de chicos lo está haciendo. Yo prometí permanecer aquí.

-          Así que lo están buscando… debería ir también… - pensó en voz alta, sabía que no podría quedarse quieto esperando.

-          Sí, tú conoces bien a Sora, tal vez sabes de algún lugar a donde pudo haber ido. – el vocal lo miró dudoso.

-          No, no se me ocurre ningún lugar… No lo conozco tanto… - Sakura tuvo la sensación de escucharlo realmente dolido al decir aquello.

-          Claro que sí.

-          No… Yo no paso tanto tiempo con él como Natsu o Satochi… o Shohei… incluso Nao. – se excusó. Sakura no pudo evitar mirar a Chiaki como un niño, de la misma manera en que miraba al batero.

-          Compartir es una cosa banal, Sora contigo es diferente, la manera en que lo conoces es como realmente es. – Chiaki evitó mirarlo, le pareció incómodo que el batero le hablara en aquel tono, sobre todo porque no podía responder a la defensiva o con burlas por el respeto que le tenía. Como no respondió, Sakura continuó – No entiendo cómo puedes rechazar a alguien como Sora – soltó con una pequeña risita, sabía que sonaría entrometido pero creyó mejor sacrificar aquello  - Considerando como se ha mostrado contigo… - el vocal aclaró la garganta sin pretender decir nada aún – También está claro que te ocurre lo mismo, espero tomes decisiones siendo consciente de ello o solo lograrás que ambos terminen lastimados, sobre todo tú.

Chiaki permaneció con la cabeza agachada, sorprendido de lo mucho que sabía Sakura con respecto a ellos. Incómodo se frotó las manos con las piernas, de pronto escuchó unos pasos y volteó a mirar, se acercaba alguien más, aquella silueta si era fácil de reconocer para él.

-          ¿Sacchan?

-          ¿Y tú que haces aquí? – el bajista llevaba un gran abrigo y un paraguas en la mano.

-          Lo mismo pregunto.  Supongo que la culpa, ¿no? – le molestó el bajista. Luego saludó respetuosamente a Sakura. Chiaki permaneció con la mirada baja.

-          Ya que están los dos aquí – les llamó el mayor – ¿Podrían intentar recordar si han hablado sobre algún lugar en específico con Sora en este último tiempo?

-          ¿Lugar? – Chiaki intentó hacer memoria. – No, creo que no…

-          Yo ayer por la noche le hablé de la playa donde sueles ir – Saz miró a Chiaki sin darle mucha importancia a aquella información realmente. El vocal dudó.

-          Iré a buscarlo, por favor llámenme si llega aquí o si saben algo. – Sakura asintió en su dirección, al vocal le pareció que el mayor le miraba esperando mucho de él y aquello le incomodó, agrandaba aún más la culpa bajo la fuerte lluvia mientras corría en busca de un taxi que lo llevara hasta la zona costera.







La lluvia arremetía con fuerza en las olas que tapaban la mitad de la usual playa. La marea había subido tanto que había hecho de la poca arena visible un lugar poco confiable para acercarse. De pronto un ave se posó volando sobre él.

-          Tú… - susurró. Bien sabía que no era normal que un gorrión volara bajo la lluvia, menos específicamente el mismo pájaro que solía ver en el balcón de su casa. El ave voló hasta la roca lejana que Chiaki solía observar y permaneció allí unos segundos. De pronto vio algo moverse sobre la roca, una sombra de algo que no pudo identificar hasta que notó como gateaba alrededor de ella. Al comienzo pensó en un animal marino, pero fue cosa de segundos para darse cuenta de que no lo era. - Mierda... no, no, no, no… No puede ser que ese sea… - entonces la persona en la roca levantó una mano en dirección a la playa pidiendo notablemente ayuda, la forma en la que había movido su mano había dejado claro para Chiaki quién era. - ¡Sora, maldita sea! – miró a todos lados buscando con la mirada alguien a quién acudir, pero no había señales de gente cerca del lugar. Corrió hasta la zona de pesca y observó a varios lugares pero no encontraba nada que pudiera ayudarlo. Tomó una soga gastada de aquellas que usaban para amarrar los botes al puerto y volvió a bajar hasta la playa - ¡Mierda! – respiró profundo, sabía cuanta era la distancia desde la orilla hasta aquella roca, muchas veces se había subido en ella en las tardes de verano, pero la fuerza de la marea le impedía realizar aquel camino con demasiada confianza. Amarró un extremo de la soga a una roca puntiaguda de la orilla y el otro extremo se lo amarró en la cintura dándole un giro como un cinturón de seguridad. – Bien, uno de mis miedos... – se dijo así mismo casi gritando para escucharse mientras avanzaba por el agua que le congelaba los músculos – Siempre fue morir ahogado... Pero morir al fin y al cabo es lo mismo, la forma poco importa si el hecho es lo mismo… ¿no? – se preguntó antes de arrojarse al mar. Se impulsó con toda la fuerza de la que fue capaz mientras la marea lo arrastraba hacía adentro y le entumecía las extremidades, luchó por no permanecer quieto ni dejarse llevar por ella, pero observó con cuidado como la roca se alejaba de él al ser arrastrado al lado contrario. Nadó con fuerza para impulsarse por otra ola hasta que finalmente logró entrar al espacio en donde las olas no reventaban, de todas maneras la marea lo jalaba y lo estampó con fuerza contra la roca en donde estaba Sora, este lo sujeto con toda la fuerza de la que fue capaz en cuanto lo divisó.

-          ¡Chiaki! ¿Estás loco?  - el batero lo jaló hasta él y lo tomó entre sus brazos. El vocal estaba empapado y temblaba incluso más que Sora. – Ahora seremos dos aquí, mierda Chi… - Sora intentó mirar el rostro del vocal en la oscuridad del mar, podía ver sus labios un poco morados.

-          Estoy bien idiota – Chiaki se abrazó a él mientras intentaba acomodarse en la roca resbaladiza que no tenía mucho espacio para los dos – Me puedes decir, ¿qué haces aquí? – Sora vio la soga y le sonrió, estaba gratamente sorprendido por la astucia del vocal.

-          Es una larga historia… Salgamos de aquí primero o te vas a congelar.

-          Si… solo dame un segundo para descansar… - el vocal miró a Sora empapado, se veía aún más blanco bajo la suave luz de la luna, sus labios también tenían un color distinto. Notó que se sujetaba con manos temblorosas - ¿Estás bien? – casi le gritó, el sonido del mar retumbando las olas con las rocas los mantenían rodeados de sonidos ensordecedores.

-          Solo algo fatigado… pero estoy bien.

-          ¿Desde qué hora estas aquí?

-          De la tarde… - Chiaki colocó los ojos en blanco, quería regañarle pero sabía que debía aguantarse.

-          Bien, escúchame, yo nadaré y tú patalearás conmigo. – Sora lo miró preocupado, pero se sentía con tan poca fuerza que sabía no podía ofrecer nada más.

-          ¿Puedes llevarme? ¿No soy muy pesado?

-          No estoy seguro, pero tenemos que intentarlo o nos vamos a congelar aquí.

-          Chi… - Sora lo miró preocupado.

-          Tranquilo, tengo más fuerza de la que crees – le dijo con una sonrisa forzada mientras apenas sentía los músculos.  

-          ¿Y si esperamos que la tormenta acabe?

-          ¡Moriremos de hipotermia antes! – el vocal pensó en amarrarlo a él con la cuerda pero tenía los dedos congelados y sabía que no podría volver a realizar un nudo firme - Te vas a sujetar de mí con toda la maldita fuerza de la que seas capaz y vas a patalear. ¿Esta bien? – Sora asintió, entonces Chiaki se lanzó al agua – Mierda... – se le escapó con una mueca de dolor, esperó a Sora que solo gimió al sentir el agua fría punzarle los músculos. -  ¡Sujétate con fuerza! – Sora se abrazó del cuello del vocal y este comenzó a nadar hacía la orilla. El camino se le hizo difícil a medida que las olas los jalaron en sentido contrario, por primera vez en mucho tiempo sintió de aquel miedo que congelaba la mente. Sora por su lado comenzó a sentir las extremidades dormidas al punto de no poder sujetarse bien. Chiaki se impulsó con toda la fuerza que sus brazos tenían hasta que con ayuda de otra ola logró ser llevado en el camino correcto. 

Pero entonces Sora se soltó.

El vocal dio media vuelta para buscar al batero encontrándose con una ola que le reventó en el rostro, arrastrándolo con fuerza hacía el lado izquierdo de la playa, lejos de la salida y lejos del lugar en que Sora se había soltado. La cuerda lo jaló y lo mantuvo sin ser llevado demasiado lejos. Observó para todos lados, pero solo veía olas agitadas en medio de la oscuridad, no había señales del batero.

-          Mierda… mierda... ¡Sora! – gritó - ¡Sora! ¡Sora! Sora… Sora – a medida que hablaba perdía la voz a causa del frío. Comenzó a sollozar sin controlarse, no podía ver nada. De pronto la cuerda comenzó a jalarlo y no entendía que sucedía hasta que notó que la dirección en que lo jalaba era hasta la orilla. No lograba divisar bien el por qué, hasta que se acercó aún más y notó que la silueta correspondía a Sora. El batero se acercó al agua para ayudarlo a salir y Chiaki se le abalanzó en un abrazo con la poca fuerza que le quedaba, comenzó a llorar. – Maldito… estabas bien… - sollozó, el batero apenas si podía mantenerse en pie – Agh, me asusté demasiado – Sora miró a Chiaki limpiarse un par de lágrimas con el dorso de la mano.

-          No es buen momento para maldecir – intentó sonreír pero se sentía desvanecer del cansancio, ni podía mantenerse en pie. Chiaki lo sostuvo colocando uno de sus brazos por sobre sus hombros.

-          Vamos a casa.

domingo, 22 de septiembre de 2019

Double Mints (ダブルミンツ) ~ por De Lenfent


Hola, hola preciosuras, soy yo de nuevo ~ De Lenfent con una reseña más y en esta ocasión les traigo algo que ya les había dicho iba a hacer hace algunos días atrás pero que no había cumplido.

Así que espero les guste y se animen a verla para compartir conmigo alguna idea que tal vez tengamos en común. Solo aclaro que la opinión va solamente de la película pues no he leído el manga y no conozco la historia más allá de lo que en pantalla quisieron darnos.


Double Mints (ダブルミンツ)



¿Qué pasaría si un día reciben una llama a su móvil de alguien con el mismo nombre que ustedes? ¿raro no?

Bueno, así es como comienza esta historia, precisamente un día Mitsuo Ichikawa recibe una llamada telefónica de Mitsuo Ichikawa. Lo único que diferencia a estos dos hombres aparte de los Kanjis en sus nombres es TODO. Luego de haberse conocido muchos años atrás y salir de la misma escuela secundaria en donde Ichikawa era algo así como un subordinado para este otro, Ichikawa ahora es un matón y le dice al otro Ichikawa que ha asesinado a una mujer. Ambos hombres se convierten en cómplices pues Ichikawa no duda en ayudar al otro Ichikawa, esto hace que esta relación de “amistad” se vuelva algo más fuerte.
En palabras super cortitas de esto va la historia de esta película, la verdad se me hizo super divertido escribirles esto porque ¡vamos! El que tengan el mismo nombre lo hace genial; ahora ¿me gusto? ¿la recomiendo?

Les voy a ser super sincera y es que cuando la vi estaba en mi momento de ver pelis de temática BL pero ya había visto una y era super tarde, así que me quede dormida antes de la mitad de la peli y cuando intentaba retomarla los ojos se me cerraban y le iba perdiendo demasiado el hilo así que al día siguiente trate de tomarla de nuevo pero no pude así que en general me tarde tres días en terminarla.

NO es mala, es solo que no me sentía con la emoción necesaria para que me enganchara, la tercera vez que la retome me gusto más que la primera vez y fue entonces que me agarro.

Como ya se menciono en la sinopsis uno de nuestros protagonistas llama al otro para pedirle ayuda acerca de una muerte que esta cargando en sus hombros y eso es lo que se me hizo super interesante porque ¡vamos! No vas a llamar a alguien que no sea de entera confianza como para decirle: “Wey! Mate a alguien, ayúdame a enterrarlo, ¡ah! sí, es la tipa con la que estoy saliendo así que no digas nada.” Es como ¡WOW! ¿qué son ustedes?

Entendemos que es una peli BL así que en ocasiones (sino es siempre) esperamos que haya por lo menos un beso ¿no? Más si son japonesas y bueno, eso no me dejo mal sabor de boca porque si hay uno que otro beso bastante agradable (para mí).

En cuanto a los personajes si bien tenemos a este Ichikawa que es el rudo, que entiendo esta en una mafia, pero no lo estaba del todo a mí parecer es solo ese muchacho que quiere ser malo pero que no lo es del todo, aunque si tiene esa apariencia de intimidante, por otro lado, tenemos a este otro Ichikawa que entiendo es un informático, un hombre bastante centrado en su trabajo pero que es dominado por el otro Ichikawa. Es una relación toxica por donde lo veamos, puesto desde el instituto este era acosado por su “amigo” lo que termina enredándolos a ambos en una relación de amantes tal vez hasta volviendo a uno de nuestros protagonistas en dependientes de una relación basada hasta cierto punto en la humillación.

Me gusto bastante la trama porque la verdad normalmente las pelis BL que he visto se basan en el amor de uno hacía el otro, en que uno no acepta lo que siente, en que todo es color amargo pero rosa porque luego ambos aceptan que están enamorados, en cambio en esta es algo completamente diferente, uno es acosado y aún de adultos la misma relación es llevada del mismo modo, basada en lo toxico, en que uno puede dominar al otro de manera emocional y como el otro esta apegado a este aún tras aquella forma nada grata de ser tratado.

Y la verdad por alguna razón me hace idealizar una relación así ¿o ustedes no han deseado en ocasiones una relación super toxica? Ahahaha, ¿la recomiendo? Claro que ¡Si! Es entretenida, los escenarios son buenísimos, la historia siento esta bien desarrollada y por lo que leí el manga es muy bueno, claro no siempre una adaptación va a ser excelente, son muy pocas o tal vez ninguna las que llega a ese punto y es que sabemos que no van a ser completamente fieles y va a tener varias cosas diferentes siendo estas cosas diferentes lo que termina de hacer que no gusten muchos las adaptaciones.

Antes de terminar quiero decir que, tras leer varias opiniones de la película, muchos concuerdan con que no es mala, que la verdad es bastante buena y bien desarrollada, como también que ha tenido buenas críticas pero que es una obra que se disfruta más si es que no se conoce la historia original.

A mí me gusto, la volvería a ver y me han dado hasta ganas de leer el manga así que nada, espero se animen a verla, pues esa temática oscura me ha encantado y desearía encontrar otro BL de esta índole, sin nada más que agregar les dejo el trailer, en donde pueden verla subtitulada y por si quieren descargarla.



Nos leemos pronto.
じゃあ、また

Super Lovers ~ por Cheri







Mi primera recomendación de anime y ya estoy mostrando las malas costumbres con que sea justamente Yaoi, pero es lo que suelo escribir así que sé que nadie se sorprende de mi falta de vergüenza.


Supers Lovers gira en torno a Haru, un veinteañero guapetón que viaja al extranjero a ver a su madre y se encuentra con que esta había adoptado un pequeño niño con problemas de socialización producto de traumas de infancia. Hasta ahí no hay nada atípico de un anime de este género, sin embargo la diferencia de este a los usuales Yaoi, gira entorno a las relaciones y personalidades sanas que en ningún momento rozan la toxicidad, lo que lo hace algo entretenido, sanito y ligero de ver en una tarde.  Haru a pesar de ser él típico guapetón por él que todas mueren de amor, es un tipo gentil, sobreprotector con su familia, en especial con sus hermanos, y al considerar como uno más a este niño de nombre Ren, le hace prometer que cuando crezcan vivirán juntos en Japón.

Haru producto de un accidente pierde la memoria, los años pasan y sacando provecho a su cara bonita se convierte en un acompañante de citas (ey suena re lindo para lo que de verdad es?) sin embargo se encuentra con la sorpresa de que Ren, el pequeño niño al que había olvidado llega a vivir con él para cumplir su promesa.


Lo más bonito y tal vez al mismo tiempo insano del anime, es que justamente Ren es un niño que descubre las sensaciones propias de las edad en compañía de Haru, con quien a pesar de tener el título de hermano no comparte relación sanguínea. La relación entre estos dos personajes es bastante especial, tiene el drama de las preocupaciones infantiles de un niño y las preocupaciones maduras de un adulto que evita causarle daño. En resumen un anime con un drama preciso para enganchar y al mismo tiempo dejar en claro que está lleno de afecto.

Supers Lovers cuenta con dos temporadas, cada una de 10 capítulos más un Ova. Recomiendo ver todo de una sentada si al igual que como yo, tiene un fin de semana sin planes, vida social ni amoríos.


Temporada 1

Temporada 2

OVA








viernes, 13 de septiembre de 2019

Fan fic: Bird Wings - Capítulo 12: Nudos



-          Los tengo. – Sora lo miró a los ojos y comenzó a sonreír lentamente sintiéndo el calor subirle a las mejillas y el corazón saltarle fuerte. No quería demostrar la felicidad extrema que sentía pero no podía evitarlo tampoco. – Pero eso no cambia nada – se adelantó Chiaki al ver su reacción – Ya sabes lo que pienso, es mejor que mantengamos distancia además... – Sora se inclinó y lo besó interrumpiéndolo. Chiaki cerró los ojos instantáneamente en cuanto sintió sus labios y el batero se acomodó para posicionarse de mejor forma sobre él mientras el vocal apoyaba su espalda en la cama. Cuando se separaron, un poco fue el mismo vocal quien volvió a besarlo profundizando con cierta efusividad, tomando su rostro entre sus manos. Sora estaba disfrutando de las esperanzas intensas que le hacía sentir calor en el pecho. De pronto, el más pequeño reaccionó alejando a Sora de él con un leve empujé, él permaneció mirándolo sin entender su reacción. – Te repito que esto no cambia nada, tú no puedes cerrarte a la posibilidad de encontrar a alguien mejor.

-          Cállate y bésame Chiaki. – volvió a acomodarse encima de él entre sus piernas para permitirse tocarlo mientras lo besaba. Metió sus manos debajo de su playera y el vocal enredó sus dedos en su cabello, sorprendiéndose así mismo del calor que lo invadió cuando sintió el roce de ambas caderas. El más alto se alejó un poco para tomar aire y Chiaki le mordió la nariz. – Au… ¿Eso por qué? – Sora se rió mirándolo a tan solo un par de centímetros de su rostro. Chiaki bajó las manos acomodándolas en la cintura ajena.

-          Me atacaste… - subió uno de sus dedos hasta el labio inferior del otro mirándolo con atención. Sora esperó a que dijera algo más pero no lo hizo, el vocal se dijo así mismo que debía contener las ganas de morderlo porque ya estaba traspasando su límite.

-          Chi… - Sora lo miró dudoso. - ¿Estás seguro de que realmente sientes algo por mí y no lo dices desde… desde la tristeza que sientes precisamente en este momento? – bufó.

-          Tal vez si ha influenciado en que me siento precisamente cómodo como para admitirlo, pero no lo otro... Me gustas desde hace tiempo – susurró despacio, Sora le sonrió feliz y se mordió el labio, Chiaki lo miró concentrado, necesitaba morder ese labio. Tenía ganas de pedirle a Sora que lo besara hasta gastarle los labios, pero sabía que no era una buena idea, no si quería poder mirarlo al día siguiente.

-          Chi... – escondió el rostro en su cuello casi de manera inconsciente dejando que lo acunara entre sus brazos. – Estoy muy feliz…

-          Eres un niño- se rió.

-          Es que no sabes cuánto me gustas… siento como si estuviera soñando. – Chiaki se maldijo internamente, no dejaba de pensar en que él solo le causaría daño a alguien como Sora. – Y no quiero despertar.

Metió sus manos bajo la playera del batero haciendo que él se separara un poco más para permitirle tocarlo con más accesibilidad, le gustaba sentir sus manos en él, era una sensación totalmente nueva, se sentía un poco nervioso también. De pronto Chiaki llevó sus manos hasta sus pectorales para presionarlos.

-          ¿Qué haces? – rió un poco avergonzado.

-          No sé cómo tocar un hombre – admitió el más pequeño levantando los hombros. Ambos se rieron avergonzado.

-          Tampoco sé mucho sobre eso…

-          ¿Alguna vez te has acostado con un hombre? – Sora negó con la cabeza – Tampoco yo.

-          ¿De verdad? – realmente estaba impresionado, parte de él se alivió al eliminar el pensamiento de él y Saz compartiendo una cama.

-          De verdad.

-          Bueno, ya aprenderemos. – Chiaki carcajeó.

-          ¿Qué clase de ánimos son esos?  Que pervertido.

-          Solo no sabía que más decir... – admitió avergonzado – Pero… - lo miró a los ojos y le dio un beso rápido antes de continuar – Si me gustaría… Es decir, sí… me… produces… Eeh… Esto… Me gustas mucho. – Chiaki carcajeó cuando el batero, avergonzado, volvió a esconder el rostro en su cuello.

-          También a mí- le susurró un poco tímido. Acarició su espalda y besó la parte de su mejilla que le era accesible – Siempre me has parecido atractivo, ¿sabes?

-          ¿Qué? – rieron bajo ambos notoriamente avergonzados.

-          Te digo la verdad… desde la primera vez que te vi lo he pensado.

-          Me estás avergonzado. – Chiaki rió más fuerte. – Tú también… eres muy atractivo. – le susurró, el vocal presionó los labios con fuerza con ganas de reír.

-          Creo que deberíamos dormir o seguiremos hablando este tipo de cosas.

-          ¿Eh? ¿Y qué está mal en eso?

-          Que no sé cómo te miraré a la cara cuando amanezca. – Sora lo miró con una sonrisa.

-          Es la primera vez que confías tanto en mí.

-          Es la primera vez que confío tanto en alguien – le confesó.

-          No te defraudaré – Sora se inclinó besándolo nuevamente, y Chiaki tomó su rostro profundizando el beso. El batero se pegó a él, sintiéndose excitado al notar que su cadera rozaba la ajena mientras el vocal permanecía con las piernas abiertas, ni en sus mejores sueños de había imaginado tener ese tipo de acercamiento. El vocal se separó un poco.

-          Espero poder decir lo mismo – lo miró a los ojos serio. Sora por el contrario no parecía preocupado.  

-          Todo estará bien, ¿dormimos? – le preguntó cuándo estuvo seguro que su excitación comenzaba a ser evidente. Chiaki, ajeno a ello, asintió y se removió para que ambos se acostaran de lado y se abrazaran para dormir. A ninguno le costó conciliar el sueño, todo lo contrario, ninguno estuvo seguro de cual fue él que se durmió primero.






El primero en abrir los ojos fue Sora, era alrededor del mediodía cuando el sol le impidió seguir durmiendo. Si bien permaneció un momento observando a Chiaki dormir, no fue demasiado, optó por prepararle desayuno ya que tenían un día de trabajo. Llevó la bandeja hasta la cama y lo despertó moviendolo con suavidad.

-          Chi, te traje el desayuno, despierta.

-          No…

-          Chi, es mediodía.

-          Mm... – Sora se rió. Dejó la bandeja a los pies de la cama y se inclinó sobre el cuerpo del vocal e inesperadamente le metió la lengua en la oreja. Chiaki dio un salto por las cosquillas – Ew, ¿qué haces?

-          Ya despertaste – le dijo limpiándose la saliva de la boca con el dorso de la mano. Chiaki hacía lo mismo con la manga de su pijama.

-          ¿Qué me estabas haciendo? – Sora se rió mientras le entregó la bandeja. – Oh… gracias…

-          Es mediodía ya.- 

   - ¿Tú no desayunarás?- preguntó con la boca llena.

-          Comí mientras preparaba eso. - el vocal le puso mala cara, tomó una tostada y se la puso en frente de la boca. Sora le sonrió aceptándola – Que lindo te estás portando… - le dijo en cuanto terminó de comerla completa. El otro continuó atacando su platillo.

-          Sora… sobre lo que dije anoche… - Chiaki lo miró dudoso, ni él se podía creer todo lo que había confesado. El batero permaneció a la espera de que continuara – Lo primero que dije, sobre no ser bueno para ti, lo mantengo. No quiero que creas que esto… va a alguna parte… - Sora tomó una de sus manos con cierta tristeza.

-          Déjalo. – Chiaki lo miró sin comprender. – Si quieres besarme, bésame, si quieres estar conmigo, solo tienes que llamar… Yo haré lo mismo… Si eso nos lleva algún lado, solo lo dirá el tiempo, ¿no? – Chiaki suspiró. ¿Cómo había armado ese enredo?

-          Pero no quiero que te amarres a mí, ¿de acuerdo? – el batero asintió, en el fondo sabía que estaba amarrado a él desde hace mucho tiempo atrás.

-          Debo irme Chi, tengo que tomar un baño y cambiarme antes de llegar al ensayo. – asintió. Sora tomó su abrigo de la silla donde había quedado la noche anterior y se lo colocó.

-          Oye…

-          ¿Mm?

-          Gracias.










-          ¡Eso estuvo genial! – celebró el manager en cuanto bajaron del escenario y se reunieron en el mismo camarin.

-          Sí, más de lo usual, todos estuvieron increíbles – Sora agregó animadamente mientras se quitaba la playera sudada, se le veía más feliz de lo normal a pesar del cansancio. Miró a Chiaki sonriente y este le devolvió la mirada de manera juguetona, lo que no pasó desapercibido para Saz.

-          ¿Vamos a comer? – preguntó el bajista de manera general.

-          Yo no voy, pero diviértanse –  les dijo Chiaki sin mirarlos.

-          Pero Chi, al menos ve una vez – Sora hizo puchero haciendo que Chiaki rodara los ojos.

-          Estoy cansado, será otra vez. – tomó su mochila – Buenas noches a todos. – y se despidió con la mano dejando a Sora con el ceño fruncido y a Saz serio. Él sabía perfectamente que el vocal no los acompañaría y que Miyako tenía planes.

-          Yo los acompañaré solo un momento, luego tendré que escapar. – dijo mirando a Sora.

-          Que banda tan ocupada - se quejó.

Fueron al mismo lugar en que había comido con Chiaki, lo que no extrañó a nadie ya que era un lugar recurrido por ellos y estaba muy cerca del recinto. Se sentaron donde acostumbraban junto al ventanal, y pidieron lo de costumbre sin siquiera ver el menú.

-          Traje a Chiaki aquí a comer el otro día – les dijo.

-          ¿Ah sí? – Miyako se impresionó – ¿Solo los dos? ¿Y no quiere acompañarnos cuando estamos todos? Que malo es. – Sora lo miró serio.

-          Me llevó al teatro y luego comimos algo.

-          ¿Fue en plan cita? – Sora intentó mirar a otro lugar para distraer su atención mientras Miyako parecía interesado en que lo Saz le decía.

-          Si… fue divertido. Chiaki es divertido, lo saben supongo.

-          ¿Se supone que tenemos que opinar algo con respecto a que estén saliendo? – Miyako miró a Sora y este levantó los hombros.

-          Creo que los dos somos bastantes maduros como para no tener que preocuparlos al respecto.

-          Ah… bueno… - Miyako miró a Sora sorprendiéndose por lo serio que estaba. De pronto el batero cambió el rostro y preguntó fingiendo no estar molesto.

-          Pero, ¿va en serio? Ya… ¿Tienen algo? – la mesera llegó con los platillos de Saz y Miyako, cuando se retiró, Sora lo miró a la espera de una respuesta.

-          Ya sabes cómo es Chiaki… no estará de acuerdo fácilmente con una formalidad pero… a pesar de eso, sí, estamos juntos.

-          ¿Ya se besaron? – preguntó Miyako. Sora lo miró, también quería saber.

-          No pregunten esas cosas… - Saz se rió realmente avergonzado. Creyó que lo mejor que podía hacer por Chiaki era quitarle el peso de encima que significaba Sora. – Bueno sí… si les digo que estábamos juntos es porque claro que nos hemos besado. Sora suspiró tragándose los celos.

“Ya lo sabía”, se dijo mentalmente. “Calma que ya lo sabías, eso no significa nada, él tiene sentimientos por ti.”

La mesera colocó su plato en la mesa por lo que Sora pudo concentrarse en la comida y el masticar.

-          Vaya, quién hubiera imaginado que después de tanto tiempo terminarían… juntos – Miyako le sonrió – Pero si ustedes están bien, me alegro por ustedes. Sora también, ¿no? – el batero asintió con la boca llena de comida lo que hizo reír a los otros dos, luego Saz suspiró. En su mente se maldijo así mismo disculpándose con el batero.

Miyako se fue demasiado temprano dejando a un incómodo Sora solo con Saz. El batero esperaba no tener que hablar más sobre su supuesta relación, pero el bajista no dejaría escapar la posibilidad de tener una conversación necesaria con él... o al menos así la consideraba.

-          Chiaki se siente muy mal por haberte rechazado – le dijo directamente de pronto. Sora lo miró con los ojos muy abiertos. – Le genera culpa el haberlo hecho, no dudo siquiera que aquello era lo que lo tenía tan mal… - permaneció en silencio escuchándolo – No creo que lo sepas, pero cuando Chiaki intenta escapar de todo va hasta una playa al borde costero de la zona norte y permanece horas observando la misma roca. Es una roca con forma de sofá – rió - Una vez en verano hasta lo vi sentado allí.

-          ¿En verano? – Sora pestañó un par de veces, se preguntó cuánto tiempo llevaban teniendo algo de lo que él no tenía idea.  Saz asintió.

-          Quiero que sepas que para él ha sido muy difícil rechazarte porque te tiene mucho aprecio Sora. Espero por el bien de la banda, y de nuestra amistad, que puedas lidiar con ello de  buena manera. – Sora asintió incómodo, no sabía cómo responder – Lo lamento amigo… - la disculpa sincera de Saz lo hizo sentirse avergonzado.

-          Perdona Saz, pero me iré a casa – buscó en su mochila su cartera y le dejó dinero sobre la mesa – Paga por mí, ¿sí?

-          ¿De qué estás escapando? Hablemos.

-          Creo que ya lo dijiste todo y no te preocupes, no pondré en peligro la banda por los amoríos de nadie. – el batero lo miró sonriente, con una disculpa en los ojos. Entendía que Saz no tenía la culpa de los enredos de Chiaki, pero sus celos no le permitían seguir escuchando más de ello. Salió del lugar caminando a paso firme, con prisa, dispuesto a escapar de allí con rapidez.


Caminó por las calles de la ciudad durante tres horas pensando en cómo resolver lo que sucedía. Aunque sabía que era algo que Chiaki debía hacer, no se le ocurría como orillarlo hasta una situación en la que debiera decidir si quería o no estar con él. Luego de caminar por media ciudad, se decidió por preguntárselo directamente, entonces fue hasta su departamento aunque fuera media noche.

Subió las escaleras del edificio con lentitud sintiéndo la tranquilidad que le brindaba saber que éste sí tenía sentimientos por él. Pero cuando llegó al piso, se sorprendió al encontrar a Saz en la puerta de Chiaki; él estaba apoyado en el umbral, llevaba la pijama. El bajista se inclinó para besarlo y el vocal permitió que lo besara, no correspondió el beso, al contrario, pareció ponerse rígido... parecía que se despedían. Sora los miró presionando los puños y apretando los labios sintiéndose más celoso que nunca, dio media vuelta y prefirió irse. No sabía con qué cara podría mirar a Chiaki luego de haberlo visto de aquella manera.

-          ¿Sora? – la voz de Saz no lo detuvo, bajó la escalera sin voltear intentando respirar sin dificultad, pero se le complicaba. Era de aquellas personas que lloraba cuando realmente se enfadaba.

Chiaki miró su silueta irse y frunció el ceño, Saz lo miró apenado.

-          Lamento que viera eso… - se disculpó sincero.

-          También yo.

-          Pero es mejor, ¿no? Que se haga la idea desde ya… - el vocal lo miró sin entender.

-          ¿A qué te refieres?

-          A que lo de ustedes no puede ser. A que… estás conmigo – Saz levantó los hombros como diciendo lo obvio, Chiaki permaneció atónito.

-          Sacchan, nosotros no somos nada. – el bajista colocó los ojos en blanco.

-          Siempre dices este tipo de cosas.

-          No Sacchan, esta vez lo digo en serio – el vocal lo miró totalmente dispuesto a ser claro – Esto es divertido, que salgamos, que hablemos, que juguemos, pero no existe nada más. No “estamos juntos”.

-          Está bien… Sé que no es fácil para ti, tampoco lo es para mí, pero me refería a que es mejor dejarle en claro a Sora que no sientes nada por él. – Chiaki lo miró indignado – Porque… ¿no sientes nada por él, verdad?

-          No es asunto tuyo. – Saz lo miró sorprendido, no se había imaginado aquel escenario.

-           ¿Estás jugando con los dos? ¿Qué es lo que te pasa? – el bajista pasó de la sorpresa al enfado. Chiaki se impresionó de su reacción – Si estuvieras jugando o intentando algo solo conmigo y luego me rechazaras lo entendería, ninguno sabe a dónde iría algo entre nosotros. Pero... ¿Jugar con Sora? ¿Con Sora? Eso no está bien Chiaki.

-          No estoy jugando con Sora, y si lo hiciera no sería asunto tuyo.

-          ¿Qué pretendes? ¿Qué la banda se separe por líos amorosos? Puedo entender que intentes algo conmigo aunque sea por diversión, también es mi intención, solo me dejo llevar contigo… Pero Sora es diferente a nosotros y tú lo sabes… No puedes jugar con él si conoces que tiene buenas intenciones, lo vas a herir y… ¡Es lo que acabas de hacer! ¿Qué te pasa? – Chiaki lo miró dispuesto a repetir lo que había dicho pero el bajista se le adelantó – Si no estuvieras jugando con él Sora no estaría sintiéndose despechado en este momento, si ha estado encaprichado contigo es porque tú le diste alas. ¿Y qué haces saliendo conmigo entonces? – el vocal lo miró cayendo en cómo debía sentirse el batero. - ¿Sabes Chiaki? No me expliques nada, no sé qué me sorprende, sé muy bien el tipo de persona que eres, pero esperaba que al menos pudieras priorizar la banda a tus arrebatos.  – Saz se fue dejándolo parado solo en el umbral de la puerta. Estaba intentando digerir lo que le Saz le había escupido prácticamente en la cara.

Entró en su departamento y tomó su celular llamándolo, esperaba que no estuviera muy lejos y pudiera volver al departamento, aunque no sabía muy bien qué le diría.

Contestó pero no dijo ni una sola palabra.

-          Sora… - el batero espero en silencio, pero Chiaki no fue capaz de decirle nada por un largo minuto por lo que finalmente colgó.

En su departamento, el vocal suspiró sintiéndose frustrado. ¿Estaba realmente jugando con los sentimientos de Sora? Solo de una cosa estaba seguro, y era que cada vez se decepcionaba más de sí mismo.